“Una o dos veces por mes, como consecuencia de su movimiento de traslación alrededor de la Tierra, la Luna parece acercarse a alguno de los planetas. Esos encuentros aparentes –llamados conjunciones— son especialmente atractivos cuando la Luna forma un dúo con el brillantísimo lucero: Venus. O bien, con Júpiter. ¡Y qué decir si, a causa de juegos de geometría espacial mucho menos frecuentes, nuestro satélite se encuentra con los dos a la vez!”.